Clima, desigualdad y polarización política

Aunque el cambio climático es una amenaza global, su gestión política actual ha generado respuestas desiguales, elitistas y polarizadas. La izquierda lo asume como causa moral, mientras la ultraderecha lo rechaza como parte del ‘globalismo’. La clave está en democratizar la transición ecológica sin caer en discursos excluyentes ni tecnocráticos.

Del consenso científico a la polarización ideológica

Durante los años 80 y 90, el cambio climático se abordaba desde un marco científico compartido por la mayoría de los gobiernos, reflejado en eventos como la Cumbre de Río (1992) o el Protocolo de Kioto (1997). Sin embargo, desde los años 2000, el debate se ideologizó. Naomi Oreskes y Erik M. Conway han documentado cómo ciertos sectores promovieron el negacionismo deliberado para proteger intereses económicos: “Una pequeña red de científicos ha engañado al público y ha retrasado la acción durante décadas” (*Merchants of Doubt*, 2010). Hoy el clima es una bandera de la nueva izquierda y un enemigo para muchos discursos de ultraderecha, como recoge el informe 2023 de la Fundación Alternativas sobre desinformación climática en redes sociales.

– La izquierda ha adoptado una narrativa de emergencia, moral y de urgencia.
– La ultraderecha lo presenta como excusa del globalismo, rechazando los ODS, la Agenda 2030 y culpando a las élites urbanas.

Dos ejemplos actuales que nos sirven de paradigma:

Ideología, religión y confrontación – Laudato Si’

En 2015, el Papa Francisco publicó la encíclica *Laudato si’*, un documento histórico en el que llamaba a una ‘conversión ecológica’ y denunciaba el modelo económico que destruye el medio ambiente y margina a los pobres.

Su postura ha sido aplaudida por ecologistas y movimientos sociales, pero ha generado rechazo en sectores conservadores de la Iglesia, que lo acusan de politizar su mensaje y acercarse a la izquierda. El obispo estadounidense Thomas Tobin la calificó como “intervención imprudente en política económica” (The Tablet, 2016).

Según Vatican News, la encíclica ha sido uno de los documentos más debatidos en la curia en los últimos 30 años.

 Este caso demuestra que el cambio climático divide incluso a instituciones tradicionalmente unificadas, como la Iglesia Católica, y refuerza la idea de que el ecologismo se ha convertido en uno de los principales campos de batalla ideológica del siglo XXI.

El apagón español y la manipulación del discurso

En abril de 2025, un fallo masivo en la red eléctrica española dejó sin suministro a varias provincias. A pesar de tratarse inicialmente de una crisis técnica, la reacción política fue inmediata: líderes de la derecha culparon al ‘fanatismo verde’, mientras la izquierda denunció sabotajes e infrafinanciación (El País, 4/04/2025; El Confidencial, 6/04/2025). La desinformación se multiplicó en redes sociales según Greenpeace y Maldita.es. Como advirtió el ecologista Carlos Bravo en Público (8/04/2025): “La verdad no puede depender del algoritmo ni del color del gobierno”.

Mientras sectores progresistas alertan sobre la fragilidad del modelo energético y exigen transición urgente, líderes de ultraderecha (Vox y afines) difunden teorías de sabotaje, critican los fondos verdes y vinculan el apagón a una supuesta ‘agenda ecototalitaria’.

Este caso muestra cómo incluso las crisis técnicas se convierten en trincheras políticas.

El riesgo de una transición verde sin justicia social: élites verdes y desafección

Las soluciones propuestas a la crisis climática suelen ignorar la desigualdad estructural. El economista Lucas Chancel advierte en *Unsustainable Inequalities* (Harvard, 2020): “Sin justicia social, la transición ecológica será percibida como un nuevo privilegio de los ricos”.

Oxfam alertó en su informe de 2023: “El 1% más rico del planeta emite más del doble que el 50% más pobre”.

Sin embargo, muchas políticas verdes penalizan a las clases trabajadoras: tasas al diésel, restricciones de calefacción o dietas impuestas, mientras las élites viajan en jets o invierten en fondos ESG lucrativos (DiEM25, marzo 2024). En este sentido:

  • Políticas como zonas de bajas emisiones o subida de carburantes afectan más a clases populares.
  • El discurso verde institucional puede parecer moralista o desconectado del día a día.
  • Alternativas reales: ecología popular, transición justa, energía pública y democrática.

Consideramos en Civis Data que la lucha contra el cambio climático no puede seguir siendo una cuestión atrapada entre banderas ideológicas, tecnocracia desconectada y gestos simbólicos. No bastan los informes científicos ni los eslóganes de campaña: sin un nuevo pacto social que una justicia ambiental con justicia económica, el discurso verde será visto por muchos como una imposición de élites que no predican con el ejemplo. Mientras unos convierten el colapso climático en una batalla cultural, otros lo convierten en una oportunidad de negocio. Y en ese cruce de intereses y ficciones, el ciudadano medio —el que paga la factura energética, recicla por responsabilidad y escucha versiones opuestas cada día— queda desorientado, desmotivado y, lo más grave, desmovilizado.

Si el ecologismo quiere sobrevivir políticamente, debe recuperar el terreno de lo común: construir confianza, hablar claro, proteger sin imponer y actuar con coherencia. El futuro no puede depender de quién gana un tuit ni de si un apagón favorece a un partido. Solo recuperando la verdad como punto de encuentro —no de disputa— será posible transformar el miedo en acción compartida. Porque el clima no entiende de fronteras ni de ideologías, pero sí sufre las consecuencias de nuestra incapacidad para unirnos.

No podemos permitir que una cuestión ética y científicamente urgente quede atrapada en luchas ideológicas y partidistas que retrasan la acción necesaria. La emergencia climática no admite dilaciones ni excusas: es una responsabilidad intergeneracional que exige altura política, honestidad intelectual y voluntad de cooperación global.

 

– CIDOB: justicia climática y gobernanza verde.

– El Orden Mundial: artículos sobre clima y política.

– Naomi Klein: *Esto lo cambia todo*.

– Michael Shellenberger: *Apocalypse Never* (crítica desde el centro-derecha).

– Noticias recientes sobre el apagón de abril 2025 en España (El País, El Mundo, La Vanguardia).

– Encíclica *Laudato si’* (2015), Papa Francisco. Disponible en la web del Vaticano.

 

 

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